30 mar 2009

LA FIGURA DEL TETRAMORFOS Y PANTOCRATOR EN SANTA MARÍA




LA FIGURA DEL PANTOCRATOR EN SANTA MARÍA.

Una de las representaciones de Dios Padre, (Pantocrátor), más antigua de la ciudad ubetense, la tenemos en la clave de la bóveda gótica de crucería de la Capilla de los Romano, hoy junto a otras dos capillas, es la nostálgica capilla de la Virgen de Guadalupe.

Ruiz Prieto supone que ésta antigua capilla de los Romano debe ser la Capilla en la que se reunía la Cofradía de los Honrados Viejos del Salvador, por la representación en la clave de Dios Padre. Esta Cofradía fue fundada en 1392.

LA FIGURA DEL TETRAMORFOS EN SANTA MARÍA.

Los Tetramorfos son cuatro figuras que simbolizan a los cuatro evangelistas y se disponen en torno al Pantocrátor. Tal es el caso en esta iglesia. En la citada Capilla de los Romano. Si en la clave de la bóveda tenemos la figura del Pantocrátor, en los arranques de los nervios de la bóveda tenemos los Tetramorfos. El águila representa a San Juan, el ángel o el hombre a San Mateo, el león a San Marcos, el toro a San Lucas. Siendo las representaciones más antigua del tetramorfos en la ciudad.

En Santa María contamos, con dos representaciones más de los tetramorfos, esta vez más moderna. En las pechinas de la cúpula de la Capilla Mayor, dicha cúpula es símbolo de la totalidad. Encontrándonos también en su testero los bellos monogramas de Jesús y María. De cierto modo, dos de los emplazamientos más importantes del recinto, son la capilla mayor, lugar privilegiado de los santuarios cristianos y la capilla de Santa María de Guadalupe o del Gavellar, zona en la que la imagen de la patrona recibía veneración y oración, durante todos los años en los meses estivales de verano, de sus hijos los ubetenses.

Sabemos por el doctor en simbología Joaquín Montes Bardo:[1]
“…los símbolos que los identifican, inspirados en la visión de Ezequiel 1, están transidos de sentido místico elaborado por los Padres de la Iglesia, y que recoge santo Tomás. Es una doctrina que alude a la divinidad, humanidad, muerte y resurrección de Cristo, simbolizada en los cuatro animales que los Padres de la Iglesia interpretan del siguiente modo: por San Ambrosio, Mateo es el evangelio moral, de aquí la figura de hombre que lo representa; a Marcos adscribe el león porque inicia su evangelio con el poder de la expresión divina; con el toro, Lucas, representa la victima del sacrificio; a Juan le adjudica el águila por reseñar el milagro divino de la resurrección. Las atribuciones de San Gregorio son las que han prevalecido en nuestra iconografía occidental: Mateo tiene al lado un hombre porque su evangelio comienza con la genealogía de Cristo; a Marcos, como la voz que clama en el desierto; se le adscribe el león; a Lucas que relata pormenorizadamente la Pasión se le identifica con el toro; y Juan; que comienza su escrito por las palabras divinas, con el águila…”



[1] Joaquín Montes Bardo: La Custodia de la Catedral de Baeza… pp. 60 -61.

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