2 abr 2009

Artículo publicado en la Revista Jesús,núm. 53 de la Cofradía de Jesús Nazareno de Úbeda.



La Coronación de Santa María en la puerta principal de San Pablo.

En la religión católica la Coronación de la Virgen es una secuencia más dentro del ciclo de la vida de la Virgen María. Pertenece este relato a la tradición y a la leyenda pues no hay referencia en las sagrados Escritura. Su origen está en un relato atribuido al obispo de Sardes, cuya utopía fue divulgada por Gregorio de Tours en el siglo VI y luego en la Leyenda dorada de Santiago de la Vorágine.

La leyenda supone que inmediatamente después de su muerte, María sube al reino celestial y allí es coronada por la Santísima Trinidad.

En el siglo XII, este tema surge por primera vez en el país Galo, en la puerta principal de Notre Dame de Senlis (1190). La escena representa a la Virgen sentada a la derecha de Cristo y coronada y bendecida por él. Esta misma escena aparece en las vidrieras de la catedral de Angers, aunque en este caso la Virgen es coronada por un ángel. En la catedral de Bourges se ve la misma representación en el tímpano del pórtico de la Virgen. En Italia, se representa el tema en Santa María la Mayor de Roma, en un mosaico de 1295.

En líneas generales, mientras la Edad Media y el primer Renacimiento, la Virgen es coronada por Cristo. Hay ejemplos en el siglo XV, como el de Fra Angélico, que incluye el acontecimiento en el fresco de una de los aposentos de San Marcos de Florencia, pintada entre 1437 y 1446. En el siglo XVI se inicia a completar la representación de la reunión de los apóstoles en torno al sepulcro vacío de Jesús en la mitad terrenal, mientras la Coronación preside la zona dedicada al mundo celestial. Otra posibilidad es la representación de la Virgen coronada por la Trinidad, con el Padre a la derecha del espectador, el Hijo a la derecha del Padre y el Espíritu Santo en una posición central, figurado simbólicamente como una paloma. Este es el modelo que usó El Greco (1591) y Velázquez, que, ya en el barroco, cambia la corona en un cetro de rosas. Otro bello ejemplo que cabe señalar, lo encontramos en la puerta principal de la iglesia de San Pablo de Úbeda (Jaén).

La puerta principal o fachada sur, que se alza sobre la plaza 1 de Mayo. Esta presenta portada de estilo isabelino precedida por una escalinata, se levantó en 1511 durante el episcopado de Alonso Suárez. En ella son patentes los postulados del gótico isabelino, que mezcla el estilo gótico con los nuevos aires renacentistas y la tradición mudéjar.

Decorado con motivos vegetales enmascarados. En el tímpano se representa a Dios Padre coronando a la Virgen María, sostenida por cuatro angelotes y acompañado por dos ángeles arrodillados y los escudos del prelado decorados con laurel. En el parteluz aparece la imagen de San Pablo bajo doselete. En esta representación mariana se ve lo enraizado que estaba la tradición isabelina en el arte de la escultura, muy evidente tanto en los modelos pictóricos como compositivos y que se desenvolvió tanto en modelos pictóricos como compositivos y que se amplió con el uso de la policromía. Junto a la portada se construyó a fines del siglo XVI “El Tabladillo”, formado por un cuerpo con molduras renacentistas y con una galería corrida, en la misma fachada se abre tres ventanas neogóticas. En 1959 desapareció una verja renacimiento que cerraba la puerta. Fue instalada en este lugar en 1837, esta cerraba el Altar Mayor del extinguido Convento de las Dominicas de las Cadenas y poseía los escudos de los Molina.

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