30 mar 2009

ESTUDIO ALEGÓRICO CULTURAL EN SANTA MARÍA DE ÚBEDA.


El hombre como ser mortal, ha sentido siempre en lo más intimo de su ser la llamada de algo que trascendía sus propias fuerzas y posibilidades. Se ha visto colocado en un medio en el que se sentía seguro, pero con la certeza de que no iba a poseerlo siempre. No obstante, el deseo de dominar a la Naturaleza, el hombre tiene la dura experiencia de un día tendrá que abandonar todo lo que le rodea para penetrar en el mundo misterioso de la muerte.

Para responder a esa voz trascendente tanto el hombre como la mujer, según su cultura, ideó todo un mundo de dioses y diosas con el que pretendía dar respuesta a tantas interrogantes que su sola inteligencia no podía descifrar.

Esta corte celestial, que habilitaba en los altos cielos, consentía también tener su morada entre “lo mortales” y estos, con fe religiosa, con sentido estético y con orgullo de banda, clan, estado o nación, levantaron suntuosos templos para moradas de sus dioses: los templos egipcios, romanos o hindúes, entre otros muchos, son pruebas evidentes de que el hombre ha querido tener siempre cercanos a sus dioses.

En medio de un mundo politeísta en el que el hombre guiado por sus exigencias y necesidades creó un mundo de dioses y diosas que reflejaban la vida misma de los hombres, vino un profeta llamado Jesús, el verdadero Dios, hijo del Padre, el más grande que ha existido, y que predicó una doctrina de una vigencia universal. Jesús predicó la igualdad universal más absoluta, sin egoísmos, ni coartadse. Su doctrina no fue política, acaso ni si quiera una religión, porque lo que le importo fue el amor infinito a todos los hombres y mujeres del mundo, lo mismo a los de su época, como a los que vinieron después hasta el final de los tiempos…

Gran parte de la humanidad se lanza confiada tras las huellas de Jesucristo y se forma un núcleo compacto y universal que al mismo tiempo que siente la necesidad de agruparse para<>> que crece y se dilata por toda la geografía y a la que no puede albergar ya la pequeña estancia de un domicilio particular, ni los fieles alejados de la Cátedra Episcopal, por vivir en núcleos apartados, pueden acudir fácilmente al templo matriz para las funciones actuales. De ahí el crecimiento en número de los lugares de culto en iglesias o templos.

Desde las basílicas paleocristianas hasta los modernos templos con estructura de hierro, cemento y cristal, pasando por los templos carolingios, visigodos y mozárabes, las iglesias recoletas y abovedadas del románico, las inundadas de luz con un deseo insaciable de altura del gótico, los templos de sobria belleza del renacimiento y las recargadas en su ornato del barroco, las frías iglesias neoclásicas y las nostálgicas del neogótico romántico, todos estos templos son testimonio evidentemente de la necesidad que sintió el Cristianismo monoteísta de tener un lugar propio y exclusivo para el culto, como antes lo tuvo el mundo politeísta.

Las ciudades que albergan una gran catedral gótica en su seno tienen “algo” cósmico. Es una sensación sutil, intransferible, difícil de describir, que se percibe en cuanto la silueta de sus agujas se dibuja en el horizonte. Y si esa impresión sigue viva hoy, en cuanto se visitan estos grandes templos, se alcanzan una certeza absoluta: sus constructores erigieron auténticas “máquinas de espiritualidad”, templos vivos, sembrados de oscuros símbolos, capaces de obrar en cada uno de nosotros el milagro de la auténtica transmutación alquímica. Sus piedras, sus tallas, para quien se detuviera a escucharlas, hablaban.

La iglesia de Santa María de Úbeda, es un símbolo, palabra e Imagen. En el análisis del arte, además de su filosofía de la historia dominante, cuenta decisivamente la historiografía local del momento. Así planteamos la visión del arte que tiene el cristianismo al anteponer siempre el contenido a la forma, la ética del mensaje a la estética que lo configura.

Cuando se levanta en Úbeda, la iglesia de Santa María, o mejor dicho, se transforma la mezquita mayor en iglesia colegial, la vida social se organiza desde la esfera de lo sagrado a lo cultural de las gentes ubedíes.

[1]…La iglesia mayor colegial, nació como vocera mayor del sentir de un pueblo, que en sus toques y en sus cultos fue siempre la primera y el espejo donde se miraban el resto de la iglesias parroquiales, iglesias menores, emitas, oratorios, etc. Santa María la Mayor de los Reales Alcázares, con su cabildo colegial salvar guardando la fe y las buenas costumbres de un pueblo, fue como un potente faro sobre una Loma elevado, derramando luz para el caminante de lo infinito y eterno. Santa María fue siempre la meta de una Virgen Chiquita, que caminando entre polvo y barro, quiso y pudo enjugar las lágrimas de unas gentes piadosas y laboriosas…”

La antes Iglesia Mayor de Úbeda, fue beneficiada por Papas, Obispos, Nobles, Canónigos y Rejes. Y durante muchos años y siglos fue el centro religioso de la Ciudad Ubetense.
[1] El hijo adoptivo de Úbeda Gines Torres Navarrete; asimismo lo ha afirmado en su Historia de Úbeda en sus Documentos. Volumen de las Parroquias.

SELLO COLEGIAL DE SANTA MARÍA DE LOS REALES ALCÁZARES.


SELLO COLEGIAL.

La aljama o mezquita mayor de Úbeda, fue consagrada en templo cristiano el mismo día que fue reconquistada la ciudad por las tropas del Rey santo; hecho que acaeció el 29 de septiembre de 1233. La consagración fue realizada por el Arzobispo de Toledo don Rodrigo Ximena de Rada, hallándose en tan solemne acto el Rey Fernando III el Santo, acompañado de su corte. El título que le impuso fue el de Iglesia Mayor Parroquial de Nuestra Señora de los Reales Alcázares y nuestra Señora de la Asunción.

El 11 de julio de 1282, el Obispo Pascual le otorga al templo la categoría de Colegiata, con estatutos parecidos a los de la Catedral jiennense.

El ya comentado Barranco Delgado[1], nos describe el sello Colegial del siguiente modo: “…templo resaltado de imagen, sur montando ambas cosas a un animal. Debajo de lo descrito, una muralla. Bordura con leyenda. El templo representa a la catedral, la imagen a Nuestra Señora de la Asunción, advocación a la que estaba sometida la Catedral jaenera y la Colegial ubetense; el animal que en algunas versiones sostiene busto y patas de águila, cuerpo de serpiente, y en otras, cuarto traseros de león, alas de murciélago y cola terminada en dardo, corresponde a la versión medieval de occidente del dragón; y la muralla representa al recinto defensivo de la ciudad del Santo Rostro…”

Estos escudos con este sello lo hallamos en el claustro, en la portada de la Sacristía y en el palacio del Obispo Canastero. Y antaño en la desaparecida reja del coro del templo.


[1] Trabajo de Juan Barranco Delgado publicado en la Revista Gavellar, núm. 205. ..

LA FIGURA DEL TETRAMORFOS Y PANTOCRATOR EN SANTA MARÍA




LA FIGURA DEL PANTOCRATOR EN SANTA MARÍA.

Una de las representaciones de Dios Padre, (Pantocrátor), más antigua de la ciudad ubetense, la tenemos en la clave de la bóveda gótica de crucería de la Capilla de los Romano, hoy junto a otras dos capillas, es la nostálgica capilla de la Virgen de Guadalupe.

Ruiz Prieto supone que ésta antigua capilla de los Romano debe ser la Capilla en la que se reunía la Cofradía de los Honrados Viejos del Salvador, por la representación en la clave de Dios Padre. Esta Cofradía fue fundada en 1392.

LA FIGURA DEL TETRAMORFOS EN SANTA MARÍA.

Los Tetramorfos son cuatro figuras que simbolizan a los cuatro evangelistas y se disponen en torno al Pantocrátor. Tal es el caso en esta iglesia. En la citada Capilla de los Romano. Si en la clave de la bóveda tenemos la figura del Pantocrátor, en los arranques de los nervios de la bóveda tenemos los Tetramorfos. El águila representa a San Juan, el ángel o el hombre a San Mateo, el león a San Marcos, el toro a San Lucas. Siendo las representaciones más antigua del tetramorfos en la ciudad.

En Santa María contamos, con dos representaciones más de los tetramorfos, esta vez más moderna. En las pechinas de la cúpula de la Capilla Mayor, dicha cúpula es símbolo de la totalidad. Encontrándonos también en su testero los bellos monogramas de Jesús y María. De cierto modo, dos de los emplazamientos más importantes del recinto, son la capilla mayor, lugar privilegiado de los santuarios cristianos y la capilla de Santa María de Guadalupe o del Gavellar, zona en la que la imagen de la patrona recibía veneración y oración, durante todos los años en los meses estivales de verano, de sus hijos los ubetenses.

Sabemos por el doctor en simbología Joaquín Montes Bardo:[1]
“…los símbolos que los identifican, inspirados en la visión de Ezequiel 1, están transidos de sentido místico elaborado por los Padres de la Iglesia, y que recoge santo Tomás. Es una doctrina que alude a la divinidad, humanidad, muerte y resurrección de Cristo, simbolizada en los cuatro animales que los Padres de la Iglesia interpretan del siguiente modo: por San Ambrosio, Mateo es el evangelio moral, de aquí la figura de hombre que lo representa; a Marcos adscribe el león porque inicia su evangelio con el poder de la expresión divina; con el toro, Lucas, representa la victima del sacrificio; a Juan le adjudica el águila por reseñar el milagro divino de la resurrección. Las atribuciones de San Gregorio son las que han prevalecido en nuestra iconografía occidental: Mateo tiene al lado un hombre porque su evangelio comienza con la genealogía de Cristo; a Marcos, como la voz que clama en el desierto; se le adscribe el león; a Lucas que relata pormenorizadamente la Pasión se le identifica con el toro; y Juan; que comienza su escrito por las palabras divinas, con el águila…”



[1] Joaquín Montes Bardo: La Custodia de la Catedral de Baeza… pp. 60 -61.

EL TEMPLO ALEGORÍCO DE SANTA MARÍA DE LOS REALES ALCÁZARES


EL TEMPLO ALEGORÍCO.

Nuestro empeño de utilizar el símbolo como método para penetrar en su fundamento excepcional: al propio Cristo, lo utiliza como medio de exposición doctrinal.

Así, no es casual la orientación del templo. Una tradición venerable hace que mira hacia Oriente. Montes Bardo nos sugiere “…que no es a cualquier oriente…”, Carlos Borroneo lo precisa “…y no se sitúe nunca completamente hacia el oriente solsticial sino al equinoccial…” Había una razón para hacerlo: el equinocio es símbolo de ecuanimidad, tanto en lo próspero como en lo adverso.

El altar se sitúa en la cabecera del templo y Cristo que en él se manifiesta es Sol que viene de Oriente. Durando observa que el templo tiene forma de cuerpo humano: la cabeza está el altar y la cruz por una y otra parte queda del cuerpo. Su esplendor y magnificencia se debe a que es casa de Dios y puerta del cielo, como lo expresa la liturgia. Su arte por lo tanto, será un arte al culto, las piedras del edificio, las formas y los colores están transidos de esta realidad que utiliza el símbolo.

SIMBOLOGÍA DE LA DEVOCIÓN POPULAR A CRISTO; "VARÓN DE DOLORES" EN SANTA MARÍA











LA DEVOCIÓN POPULAR A CRISTO; “Varón de Dolores”

Nada humaniza tanto como el dolor, acompañante del hombre desde que nace hasta la muerte. De ahí la preferencia por estas imágenes de Jesús, que representa al “varón de dolores”, según la profecía de Isaías (Is 52), hecha realidad en la historia de la pasión y muerte del que quiso ser un hombre como los demás.

Al finalizar la Edad Media, la piedad cristiana se hace intimista y crece la devoción popular de la pasión de Jesús. También el arte se humaniza y nos ofrece imágenes de “Cristos de Piedad”; “De la Santa Faz”, de todos los <> de la Pasión. En tornos a ellos se ha desarrollado vigorosa la devoción popular.

En nuestra emblemática iglesia, contamos con el Cristo de Medinaceli, muy popular; Jesús Nazareno(las fotos del texto son de Francisco J. Granero López Y José M. Almansa), obra de Jacinto Higueras, de gran devoción para el pueblo ubetense; la monumental imagen de Jesús Caído,(foto del texto Baldomero Padilla Gutiérrez) de Benlliure; ambas representa el Camino de Jesús con la cruz a cuestas al Monte Calvario; una talla románica de Cristo crucificado con Cuatro clavos; y una representación del Calvario; en la crestería de la reja de la Capilla de Medinaceli. Así como el entierro de Cristo[1], y el Santo Sepulcro (foto del texto Diego Godoy), ambas talladas por el desaparecido imaginero malagueño, afincado en Úbeda Francisco Palma Burgos; una pintura de la Piedad y un Ecce Homo en piedra bajo la advocación de Cristo de los Toreros.





[1] El grupo escultórico se compone de la figura inerte de Jesús, sujetado por Juan Evangelista, María Magdalena, enjugándole los pies, María de Nazaret, José de Arimatea y Nicodemus.

SIMBOLOGÍA EN LA PORTADA DE LA ADORACIÓN DE LOS PASTORES Y DE LA CONSOLADA




SIMBOLOGÍA EN LA PORTADA DE LA ADORACIÓN DE LOS PASTORES.

Tanto Antonio Almagro, como Joaquín Montes[1], nos sugieren cuál es el sentido simbólico de esta portada, construida en el siglo XVII: “…se trata en realidad de la culminación del programa iconográfico marianista y concepcionista que preside toda la fachada: imagen de la Inmaculada, relieve del Nacimiento de Cristo y de la Adoración de los Pastores, jarros de azucenas y profetas con profecías marianas: mujer aplastando la cabeza a la serpiente –Moisés- y doncella concibiendo y dando a luz un hijo –Isaías-…”

La figura del medallón con representación de Dios Padre, cierra el conjunto de la portada y lo corona simbólicamente.


JACULATORÍA A LA VIRGEN MARÍA

Barranco Delgado[2], nos apunta: “…De la siguiente frase dedicada a la Virgen María no podemos aportar ninguna fotografía, por motivo de hallarse las palabras que la integran repartidas entre los cuatro pedestales del segundo cuerpo de la fachada principal de la Iglesia; pero si diremos que su escritura es muy curiosa, debido a que las letras que la componen están entrelazadas unas con otras de un modo complicado. Antonio Almagro la describe así: “…INSIGNE HUYUS ECLESIAE CAPITULUM VOTO SE OBSTRIMXIT INMACULATAE PROPUGNADA. ANNO MDCXLV. MARÍA SATINSIMA SEÑORA NUESTRA, CONCEBIDA SIN PECADO ORIGINAL…”

“…el Cabildo la mandó imprimir en sus sesión de 25 de noviembre de 1645 por el juramento hecho en defensa de la Inmaculada Concepción de María…”

SIMBOLOGÍA EN LA PUERTA DE LA CONSOLADA.

El mensaje simbólico de esta portada del siglo XVII, lo apunta otra vez Antonio Almagro[3], de esta manera: “…Pudiera interpretarse, a pesar de la advocación mariana de “La Consolada” (que como ya se explicó viene de lejos), más como un espacio iconográfico dedicado a la figura de Cristo y a la Iglesia que a la propia figura de la virgen, que solo aparece como madre del propio Cristo…”

“…Cristo se manifiesta en la hornacina central, en brazos de su Madre, y en la coronación, como Niño de Pasión, repitiéndose el tema ya presente en el enfrentado palacio del Marqués de Mancera, que fue morada de don Lope de Molina Valenzuela. Incluso las imágenes de San Juan Bautista y san Sebastián, que pudiera estar presentes por una simple cuestión de piedad popular, pudieran también estarlo por su condición de precursor del Mesías, del Agnus Dei, en el caso del Bautista, o de silla colocada sobre el caballo de la Iglesia para que cabalgue el caballero Jesucristo, en el caso de san Sebastián...”



“…La Iglesia por su parte, se manifestaría en los escudos episcopales y en la representación de la Fe y la Caridad, virtudes eclesiales (no podemos olvidar que la portada se realizara en plena efervescencia de la exaltación católica posterior al concilio de Trento) y de dos hombres de iglesia, como el propio obispo promotor y el canónigo Molina Valenzuela….”





[1] Joaquín Montes Bardo: La Sacra Capilla de El Salvador… Pág. 74.
[2] Juan Barranco Delgado. Simbología En Las Calles De Úbeda... Pág. 44.
[3] Antonio Almagro García. Santa María De Los Reales Alcázares…pp. 123-124

LA REPRESENTACIÓN DEL PECADO ORIGINAL Y LOS SIMBOLOS SICALÍPTICOS EN SANTA MARÍA DE ÚBEDA




EL PECADO ORIGINAL Y LOS SIMBOLOS SICALÍPTICOS

En el relato del paraíso y el primer pecado (Gn 2, 15-17; 3) el jardín, la serpiente, la manzana…, son puros elementos literarios de historia ficción. El mensaje religioso es que Dios creó al hombre en estado de inocencia y felicidad, que perdió por el pecado, el pecado original, del que arranca la situación de dolor, de muerte, de inclinación al mal, que alcanza a toda la humanidad. Pero no todo está perdido. Al final, habrá solución para el ser humano.

Este es el mensaje que encierra la reja que labró el maestro jienense Bartolomé, para la capilla del canónigo Becerra.

Al entrar al claustro del templo; y observamos su arquitectura, podemos ver que los nervios de las bóvedas góticas, los arcos formeros y perpiaños descansan sobre capiteles, adosados al muro y a los pilares, en forma de canastilla con variados motivos decorativos: tallos, figuras de animales como becerros, bestias, escenas simbólicas. Etc. En muchos de ellos esta adosado el escudo del canónigo Becerra; impulsor de la construcción de este recinto y en uno las armas de la Colegial.

Entre unos de ellos, sobresale de modo especial, un capitel con motivos eróticos o sicalípticos. (Según se vea). Que se sitúa en uno de los pilares del claustro, en la nave oeste, antes de entrar al interior de la iglesia.

En la Edad Media y en el pro-renacimiento, se vivía rodeado de símbolos y misterios. La religión lo inundaba todo, pero el pueblo llano tenía sus vías de escape, como las fiestas profanas y el sexo. El amor y la sexualidad han estado siempre muy ligados a la naturaleza humana.

Así, en todas las culturas y civilizaciones han estado siempre, con distintas formas de representación estos motivos eróticos, la mayoría de las veces retando la voluntad de la propia iglesia católica. Siempre el arte o la literatura ha dado rienda suelta al sexo en muchas de sus variantes: bestialismo, incesto, poligamia y prostitución.

En el arte de la Edad Media, en los arcos de las portadas, en los capiteles, en ventanas y en columnas interiores suelen representase escenas sacadas de las Sagradas Escrituras. Que, a veces, se intercalan con seres sacados de las leyendas y mitos clásicos (sirenas y grifos).

A cambio, en canecillos situados en el alero del tejado y en algunos capiteles exteriores predominan escenas profanas: gente corriente, artesanos… e imágenes que no parecen las más adecuadas para adornar un templo de índole religiosa.

En nuestro caso, en el citado capitel de Santa María, podemos observar a dos seres fantásticos (una sirena y un mono) practicando entre ellos sexo oral.

Colocar escenas del más desafortunado erotismo no era la mejor manera de avisar a los fieles de los peligros que tienen que evitar para no caer al sexto mandamiento bíblico. Si lo hicieron con esa finalidad, lograron lo contradictorio.

28 mar 2009

LA PUERTA GÓTICA DE SAN NICOLÁS; TESTIGO MUDO DEL DESFILE PROCESIONAL DE LA HERMANDAD EUCARÍSTICA DE LA SANTA CENA. CUMPLE 500 AÑOS (1509-2009).


(Artículo publicado en la Revista Cofrade COMPARTIR núm. 15; Marzo 2.009.)


En el arte gótico, desde el siglo XII hasta principios del siglo XVI, poco a poco, crece la importancia de las ciudades y disminuye el poder feudal. Los monarcas potencian el poder de las ciudades y éstas les apoyan frente a los señores feudales.

La agricultura sigue siendo la base económica, pero el comercio se amplía, aumenta el intercambio entre ciudad y campo y se crean nuevas rutas por Europa.

La arquitectura gótica se implantó en España a través de los conventos de la Orden del Císter y alcanzó una amplia difusión en todo el país. El estilo de transición desde el románico se plasma en las catedrales de Ávila, Lérida y Tarragona. En el siglo XIII, de máximo apogeo del gótico, se construyen las manifestaciones más puras de este estilo como son las catedrales de Burgos, León y Toledo.En la Península están presentes dos influencias, la borgoñona, en el Reino de León, debido al origen de la dinastía leonesa; y la inglesa, en el Reino de Castilla, llegada a través de la alianza matrimonial de los reyes castellanos con la Casa de Lancaster. El siglo XIV supone el esplendor del gótico en la zona de Cataluña, Valencia y Mallorca, son construcciones de exteriores sobrios y macizos, las iglesias presentan la denominada planta de salón, con naves laterales de la misma altura que la central, y ausencia de contrafuertes, con escasa decoración escultórica, caracterizado por la influencia de las iglesias del sur de Francia y la casi nula aportación del arte mudéjar. Sus mejores ejemplos son las catedrales de Gerona comenzada a construir en 1317, de Barcelona, comenzada a construir en 1298 y fuera de la península, la Catedral de Mallorca que dispone de tres naves sin girola y fue consagrada en 1346, y también numerosas construcciones civiles.

Durante los siglos XV y XVI, mientras en Italia crecía con fuerza el Renacimiento, la actividad constructiva del gótico es abrumadora en España, surgen numerosos edificios de grandes proporciones, caracterizados por la sencillez de la construcción y la complicación ornamental. Como los Palacios de Jabalquinto en Baeza y el Palacio de los Duques del Infantado, en Guadalajara. Además, se crean las grandes catedrales de Salamanca, Sevilla y Segovia[1].

Las grandes ciudades desean mostrar su poder, su importancia y su riqueza. Un modo de hacerlo es la creación de obras de arte que se realizan en estilo gótico. En las puertas y la fachada despliega el arte gótico toda su magnificencia y su concepción teológica. La portada gótica admite la misma composición fundamental de forma abocinada, que la románica pero se multiplican las arquivoltas y se añade una mayor elevación de líneas con más riqueza y finura escultórica guardando siempre en arcos y adornos la forma propia del nuevo estilo. Encima de la puerta suele colocarse un elevado gablete.

Las portadas más suntuosas llevan imágenes de apóstoles y de otros santos bajo doseletes entre las columnillas (y a menudo, también otras menores entre las arquivoltas) flanqueando el ingreso el cual está dividido por un parteluz que sirve de apoyo a una estatua de la Virgen María o del titular de la iglesia.

Las iglesias del Cister y otras menores que se modela a imitación suya carecen de imaginería en la portada, la cual se compone del grande arco abocinado y decorado con simples baquetones y alguna ornamentación vegetal o geométrica. La finura en la ejecución de la obra escultórica y la multiplicación progresiva de las columnillas y molduras con el adelgazamiento de ellas, denuncian mejor que otras las señales de la época de la construcción de las portadas. Pero las del último periodo desde mediados del siglo XV se reconocen sobre todo por la multitud y pequeñez de los detalles por la arquivolta conopial, cargada de frondas retorcidas y por otros ornamentos de la época.

(1509-2009) La Puerta Gótica De San Nicolás; Testigo Mudo Del Desfile Procesional De La Santa Cena, En Su V Centenario.

Las entusiasmadas ambiciones de construcción de inicios del siglo XVI, no dejarán al margen a la iglesia de San Nicolás que en 1509 remodela la portada Sur bajo los auspicios del arzobispo[2] constructor de Jaén, Alonso Suárez de la Fuente del Sauce[3] quien manda construir un acceso en estilo gótico isabelino, gemela a la puerta de San Isidoro. El Conjunto exterior de San Nicolás[4] –dice Campos Ruiz- nos habla de tres épocas distintas. Su aludida portada, corresponde al estilo ojival, adornado con cárdinas y calado, está fechada en 1509 y se edificó con arreglo al patrón propuesto por el obispo constructor Suárez de la Fuente. Su estructura es la siguiente: Entre baquetones laterales, portada abocinada de concéntricos arcos ojivales. Arquivoltas y decoración básicamente de cárdinas y heráldica del obispo, rematándose en la clave con florón. Coronamiento de crestería con la imagen del Santo Titular en su vértice central.


Este año, la portada Sur, de San Nicolás de Bari, testigo mudo durante el Miércoles Santo, de los últimos cincuenta años, del desfile procesional de la Hermandad Eucarística de la Santa Cena, cumple quinientos años.


Notas:


[1] VVAA, Historia del arte Salvat.
[2] Fernández de Peñaranda, Enrique. Elogio y Nostalgia de un Obispo: Don Alonso Suárez de la Fuente del Sauce. Conferencia pronunciada el 12 de mayo de 2001 en la sacristía de la Catedral de Jaén.
Álamo Berzosa, Guillermo, Iglesia Catedral de Jaén, Historia e Imagen 1968. Jaén, Obispado de Jaén.
Caballé Cobo, F. El obispo insepulto, en Revista Senda de los Huertos, nº 15, p.85. 1989, Jaén.

[3] Alonso Suárez de la Fuente del Sauce (* Fuente el Sauz, Ávila (España)??? – † Jaén, Jaén (ID); 5 de noviembre de 1520), obispo de Mondoñedo (1493); obispo de Lugo (1494-1500) y obispo de Jaén (1500-1520).
En el año 1494 fue nombrado inquisidor general por Isabel I de Castilla, y en 1496 comisario de la Santa Cruzada, además fue presidente del Consejo de Castilla.
En 1499 era obispo electo de Málaga, aunque pasó a ocupar la sede de Jaén, en 1500, que permanecía vacante.
Se le llamó el obispo constructor por las numerosas obras que mando realizar y sufragó. Su actividad edificatoria era enorme y los fondos destinados a ella parecían inacabables, hasta el punto en que se decía popularmente de él en Jaén que había descubierto el secreto de la mesa de Salomón, bajo la cual siempre que se buscaba aparecían nuevas riquezas. Algunas de las obras en que se tiene constancia de su participación fueron las siguientes:
Capilla en la iglesia de Fuente del Sauce para el enterramiento de sus familiares.
Iglesia de la Encarnación en Bailén. 1504.
Capilla en honor de la Virgen María al lado del Puente del Obispo
Portada de la capilla de San Ildefonso. Úbeda
Capilla Mayor de la Catedral de Jaén. 1509
Fachada principal de la iglesia de San Pablo. Úbeda. 1511
Iglesia de San Andrés de Baeza
Iglesia parroquial de San Pedro de Sabiote
La sillería del coro de la Catedral de Jaén.
Se le inhumó en la Capilla Mayor de la Catedral de Jaén, tal como fue su deseo, en la fecha de su defunción en 1520. Sin embargo, en el año 1635, y por motivo de las obras de demolición y acondicionamiento para la nueva Catedral, su cuerpo momificado fue trasladado con carácter provisional a la sacristía. Una vez finalizadas las obras de la nueva Capilla, y en contra de la opinión de sus familiares, el Cabildo creyó conveniente enterrarlo en el Coro, destino habitual de sepultura de los prelados. Los familiares se negaron, queriendo hacer valer el deseo del obispo muerto. Se abrió un pleito, como consecuencia del tal se llegó al acuerdo de que la familia haría una ofrenda anual, y si el Cabildo la aceptaba, el obispo sería enterrado en la Capilla Mayor. Pero el Cabildo no aceptó nunca la ofrenda que año tras año presentaban los herederos. Transcurrieron casi cuatro siglos, durante los cuales estuvo el cuerpo en una cajonera situada en el lateral izquierdo de la Capilla Mayor, esperando su sepultura definitiva. Por fin, el 13 de mayo del 2001, se llevó a cabo la inhumanación de los restos del obispo a su sepultura definitiva, en la Capilla Mayor. Así lo recuerda el texto escrito sobre su lápida, con la fecha de su enterramiento y la inscripción que reza en latín Yace por Fín Inhumado.

[4] La iglesia de San Nicolás de Bari de Úbeda es un magnífico templo gótico de la segunda mitad del siglo XIV, aunque con infinidad de reformas renacentistas.
Dispone de planta de tres naves separadas por arcos apuntados apoyados sobre pilares.
Las bóvedas son de crucería sencilla.

27 mar 2009

Cultura pospone la apertura de Santa María de Úbeda 32 meses




GINÉS DONAIRE[1] - Jaén - 27/03/2009

La iglesia de Santa María de los Reales Alcázares de Úbeda (Jaén) es, sin duda, una de las principales joyas del Renacimiento andaluz. El templo, Monumento Nacional desde 1926, es uno de los atractivos monumentales de esta ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad, pero se da la paradoja de que toda una generación de ubetenses y los miles de turistas que llegan cada año todavía no la conocen. El edificio, de 3.000 metros cuadrados, se cerró al público en 1983 por su estado de ruina derivada de la situación de abandono en la que se encontraba. Más de un cuarto de siglo después la Junta -encargada de su restauración- aún no ha sido capaz de reabrirla, pese a haber invertido ya más de cinco millones de euros.

La consejera de Cultura, Rosa Torres, ha arrojado un nuevo jarro de agua fría a los ubetenses: los trabajos de la quinta y última fase no concluirán al menos hasta dentro de 32 meses. Es decir, la iglesia no volverá a ser visitable hasta 2012, a pesar de que la anterior consejera y ministra de Cultura, Carmen Calvo, llegó a anunciar en su día que abriría sus puertas en el verano de 2003.

El monumento, cuya fachada principal comparte protagonismo con el templo del Salvador de la majestuosa plaza Vázquez de Molina, se edificó tras la conquista de la ciudad por Fernando III el Santo, en 1234, sobre la antigua mezquita aljama. Desde 1259 a 1852 fue colegiata, y su valor estético se debe sobre todo a la superposición de estilos que presenta, "un compendio de la historia del arte" para la consejera de Cultura. La portada y fachada son del siglo XVII; la fachada norte, renacentista; el claustro, antiguo patio de la mezquita, es gótico tardío; dentro del claustro, los pilares y arcadas son gótico mudéjar y tiene numerosas capillas de todos los estilos de los siglos XV al XVIII.
El insigne arquitecto Andrés de Vandelvira dejó su huella suprimiendo pilares y duplicando la anchura de la nave central.

Desde que la Junta realizó los primeros trabajos de emergencia en 1989, se ha recuperado el artesanado mudéjar. También se ha intervenido sobre los muros y bóvedas de las capillas, las solerías, los zócalos de mármol, la piedra arenisca y la madera, y se han eliminado añadidos de nulo valor histórico. Ahora, en la quinta y última fase, la Junta anuncia otros 2,2 millones para que "un bien del patrimonio andaluz que estaba a punto de perderse no sólo tenga unas condiciones de seguridad estructural muy importantes, sino para verlo brillar con su esplendor original", dice Torres.



[1] Articulo publicado en el diario El País

Salvemos la Ruinosa Torre del ubetense Palacio de los Mancera.


En la calle María Soledad Torres Acosta se sitúa el palacio de los Molina Valenzuela.

Estimado lector, deberás celebrar en su justo valor el singular porte de la torre de la residencia del señor Marques de Mancera, ex virrey del Perú, una extraordinaria mansión levantada por dos hermanos canónigos de la Colegial de Santa María, los Molina Valenzuela (Según han señalado Juan Barranco y Gines Torres Navarrete) debe su nombre a su posterior propietario D. Pedro de Toledo, primer marqués de Mancera y virrey del Perú.

La torre de planta cuadrada, flanquea uno de los laterales de la fachada, y se articula en cuatro cuerpos, destacando el superior a modo de galería abierta con arquitos de medio punto, según el modelo que Vandelvira inaugura en la ciudad en el palacio Vela de los Cobos. Sobre una ventana de la torre la tradicional representación de Eros y Thanatos cristianizado, el amor y la muerte de la que nace la resurrección, una versión antigua del Cristo Niño de Pasión. Datado en las dos últimas décadas del siglo XVI, se encuentra en la monumental plaza Vázquez de Molina, buque insignia de la declaración de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad, y presenta una impresionante torre (la Torre del Tesorero) justo frente a la puerta de la Consolada de la emblemática iglesia de Santa María de los Reales Alcázares. Por lo tanto, se trata de un inmueble de gran valor, económico, histórico y monumental.

En el interior, el patio presenta una sencilla composición de doble galería adintelada con columnas, que en la superior incorpora también balaustres y zapatas de madera. Cabe además destacar del interior su bonita capilla conventual neogótica de gran valor artístico.

La portada repite el esquema difundido en la arquitectura civil palaciega a partir de la segunda mitad del siglo XVI.

Su estado de conservación es regularmente generalizado. Ha sufrido varias intervenciones significativas: De 1955 a 1959 obras de consolidación de la torre y cubiertas. En 1981 a través de la Dirección general del patrimonio Artístico, se organizan mejoras en la Torre y resto del edificio. En septiembre de 2006 y tras 106 años de estancia en Úbeda, pues llegaron en 1900 a nuestra ciudad, se marchan las Siervas de María. Como sabrán los lectores estas monjas tienen una importantísima labor, como es el cuidado desinteresado de enfermos en su propia casa, y están instaladas en el palacio conocido como del Marqués de Mancera, a pesar de haber sido construido por los canónigos Molina Valenzuela. La falta de vocaciones, la avanzada edad de varias de las monjas, lo que les impedía realizar su labor, así como lo costoso de seguir manteniendo el edificio, las ha llevado a decidir esta salida, aún con gran pena, pues el pueblo de Úbeda en numerosas ocasiones les ha manifestado su afecto. De hecho, se llevaron el premio Chache 2005 a la labor de una vida, otorgado por los lectores de Úbeda Información. También la Cofradía de la Caída le concedió en 2001 el premio Cristo de la Caída a los valores humanos.

Como curiosidad, el palacio fue comprado al Marqués de Mancera por un sacerdote (Francisco Fernández Santa María) para cederlo a la congregación, y por eso ahora «es justo» que la iglesia disponga de él. Así las cosas, el Obispado tendrá la última palabra sobre el uso que se da al inmueble.

Aunque tres años después del cierre del edificio, ya sabemos cuál es el uso que el obispado le esta dando al inmueble. El Abandono.

El tejado, de la conocida Torre del Tesorero, necesita ser rehabilitado urgentemente. A simple vista, se ve el estado de ruina que presenta dicha cubierta. Esperemos que el Consistorio, tome urgentemente cartas al asunto, llegue a un acuerdo con el obispado, para apropiarse del edificio y así consiga rehabilitarlo.

26 mar 2009

IGLESIA DE SAN MILLÁN DE ÚBEDA; APUNTES HISTÓRICOS.









Bellos detalles de la Iglesia de San Millán



Es fama que el edificio de esta iglesia fue mezquita de los moros, ennobleciéndose por lo tanto su antigüedad a más allá de la conquista de nuestra ciudad. Y la importancia y nombre que esta parroquia tuvo, lo justifica el haber provocado pleito para que en ella se estableciera la colegial y no en Santa María.[1]

Una historia particular nos sirve en muchas ocasiones como reflejo de una historia más global. Úbeda es una magnifica ciudad, testigo mudo de acontecimientos y episodios trascendentales en la historia.

Uno de esos testigos que conforma la ciudad de los Cerros, es la Ilustre Iglesia de San Millán. Sus muros también descubren otros aspectos desconocidos que a simple vista no observamos, la memoria de un pueblo; la crónica de las grandezas y miserias de una ciudad.
Según Ginés Torres Navarrete; dándose a contar bien la historia, “…Úbeda extiende su caserío hacia levante y aquí se alzó la Merced con sus comendadores y la cercana Plazoleta de los Olleros donde se asomaron los muros del camarín de la Soledad. San Millán, que llegó a tutear a la Colegial, extendió su jurisdicción más allá del grandioso Santuario de Madre de Dios del Campo, dando abrigo al más viejo de los oficios de la humanidad. San Millán, historia y laboriosidad…”

Descripción Artística De San Millán.

Sabemos por el ya comentado Ginés Torres Navarrete; la iglesia fue considerada por Ruiz Prieto una de las primeras fundaciones cristianas de la ciudad, siendo erigida por la comunidad mozárabe y salvándose de la servidumbre islámica.[2]

El primer prior de San Millán, pide en 1233, a San Fernando III, la fundación de una Real Colegiata, causa de un pleito habido entre la comunidad de San Millán y Santa María de los Reales Alcázares. Extinguida la parroquia de San Juan, esta pasa a ser filial de San Millán. Tras la desamortización numerosas imágenes, retablos, etc.; de la iglesia de Santa Catalina; Compañía de Jesús y del convento de la Merced; pasan a formar parte del patrimonio de San Millán. De entre las imágenes, la más popular y devota fue Ntra., Sra., de la Soledad, de factura visigótica.

El 6 de junio de 1843, dejó de ser parroquia. Y en el mes de julio de 1936, su rico patrimonio; fue pasto de las llamas. Es un templo, de una sola nave de tipo románico mudéjar. Remodelado a lo largo del siglo XVI. De la que pudo ser una iglesia de tres naves, sólo se realizo el ábside. De la antigua fábrica del presbiterio nada queda. En 1580 se procede a su remodelación, bajo dirección del arquitecto Solís; en estilo renacimiento de gran sobriedad. Una entrada lateral de acceso a la sacristía mediante un arco con molduras renacentistas en el lado izquierdo[3] del ábside, en el altar mayor, hay una hornacina rematada con molduras renacentistas. El frontal del ábside esta realizado con piedra de rica sillería, y está elevada sobre el resto de la nave con una escalinata de piedra, de grandes dimensiones.

Se cubre mediante bóveda de arista. Su capilla mayor; sabemos por el ya citado Ginés Torres, que fue patronato de los Garrido. Su desaparecido y monumental retablo mayor fue costeado en el siglo XVIII; en tiempos del obispo Fray Benito Marín.

El resto del interior sanmillanero; es de una sola nave de tipo mudéjar zaragozano; sus muros se conforman, aprovechando elementos arquitectónicos, de una anterior construcción visigótica. De sus muros sobresalen sencillos pilares adornados por capiteles jónicos. En líneas generales, es una iglesia de estilo mudéjar, que en otros tiempos se cubría de un rico artesonado de madera, que fue sustituido en el siglo XVI por la actual bóveda encamonada. Consta de una serie capillas en los laterales, quebrantando la nave con unos originales arcos apuntados; de influencia gótica mudéjar zaragozano

El acceso a la nave se hace mediante dos puertas: una a la fachada Este que tiene reminiscencias románicas, y otra a la parte Sur de estilo renacentista. En la misma se observan unos arranques de arcos y pilar de factura renacimiento, sin duda para futuras obras de ampliación.

Salvemos La Románica Y Ruinosa Torre De San Millán.

Úbeda, se conquista algunos años más tarde que Baeza –siete años según Cristóbal Torres Delgado y en 1233 según Juan R. Martínez Elvira-. Una vez tomada la ciudad, su mezquita mayor, situada dentro del alcázar y una vez purificada, se consagra al culto cristiano, a la par que se fundan, bien sobre mezquitas o no, una serie de iglesias parroquiales.

Situada en el barrio y collación del mismo nombre; la iglesia de San Millán obra del siglo XVI; aunque aprovechando los materiales de la primera construcción, su torre, que a merced a su buena arquitectura, de un acento muy románico, fue aprovechada de la iglesia primitiva, se conserva intacta y no ha sufrido ninguna reforma a lo largo del tiempo.

La anchura de la torre es desproporcionada en relación con su profundidad. Los cuatro vanos para cobijar las campanas son muy simples y carecen de ornamentación. El tejado se dispone a cuatro vertientes, la escalera de caracol se sitúa a la derecha y para darle luz se abren en el muro, unas sencillas troneras, mientras en la otra mitad de la torre, la de la izquierda, se intercalan una serie de dependencias añadidas.

El historiador Lázaro Gila Medina nos expone acerca de esta torre: “… nos encontramos ante una torre, donde para su primer cuerpo se aprovechó una construcción anterior –tal vez una torre adelantada de la musulmana muralla-, mientras el segundo fue creado y hecho en época posterior, marcándose la separación entre uno y otro a través de una amplia moldura en formas de caveto...”

Por lo tanto, la torre de San Millán[4], es el campanario más antiguo y humilde de Úbeda; una original torre que merece ser restaurada y así ponerla en valor y uso para la cultura ubedí.

Bajo mi modesta opinión la Venerable, popular y antiquísima Hermandad Sanmillánera Ntra. Sra. De la Soledad; gran benefactora de este sencillo y humilde templo; podría instalar en las dependencias de la torre, una vez restauradas; un Museo acerca de la Cofradía. Así mismo, las autoridades competentes deberían de restaurar la Torre, antes de que podamos lamentar su desaparición

Las Capillas De Santa Lucía En San Millán.

Nos cuenta Ginés Torres Navarrete[5] “…Sobre el arco o junto a él, en la Puerta de Ibiut, razón por la que también se le conoció por Puerta de Santa Lucía, intramuros, se labró Dios sabe cuando una hornacina dedicada a la abogada de la vista. Esta desapareció en 1865 al ser derribada lo que de dicha puerta quedaba…”

Es de opinar, que la imagen pasara a la ya existente Capilla de Santa Lucia de San Millán. Dónde la imagen fue destruida en 1936; con el resto del patrimonio mobiliario que poseía la iglesia.
El templo a lo largo del tiempo ha poseído dos capillas dedicadas a Santa Lucía. La primera se situaba colateral al acceso de la Sacristía. Y sabemos por Ginés Torres: “…éste de Santa Lucía es la misma que la de San Cristóbal, entierro igualmente de los Moya. En el mismo altar debieron de venerarse ambas imágenes…”. Ruiz Prieto, nos dice acerca de esta Capilla “había restos de una nave donde estaba la Capilla de santa lucía y el altar de Ntra. Sra. de las Mercedes. Se tapizaron no hace muchos años los arcos…, y la imagen de Santa Lucía se mudó a la primera Capilla del lado de la Epístola… Colateral a la segunda puerta de entrada á la iglesia… fue antiguo baptisterio…”[6]

Con este escrito, podemos teorizar que la actual capilla de Santa Lucía[7], fue su nave tapiada a finales del siglo XIX, para así colocar el altar y la imagen de la santa. Así mismo durante Agosto de 2005; la cofradía restauró la aludida capilla, abriendo la nave de la antigua capilla bautismal, restaurando la bóveda, el arco; etc.… etc.…

Las Últimas Obras De Rehabilitación En San Millán.

En el libro que publicara Andrés Moreno Siles (dep.) allá por el año 2000, titulado Datos Históricos Cofradía de la Soledad y Asociación Benéfica de Albañiles; localizamos en el apéndice núm. 6, el siguiente texto: …J) Se aprueban obras para restaurar San Millán y el Cementerio, según el siguiente detalle: …1. OBRAS EN LA IGLESIA DE S. MILLÁN a) Quitar papel del altar; b) Pedir presupuesto de piedra de Osuna o Belerda; c) Picar y ver que hay debajo del enlucido en laterales; d) Reparar tejados; e) Blanqueo en general f) Capilla de Santa Lucía; g) Confesionarios h) Campanario… 2.CEMENTERIO: Con tiempo repaso general. Úbeda a 10 de Octubre de 1994. El secretario; Fdo. Juan Moreno López.

En Julio de 1998, se cierra el templo al culto, ya que la cofradía de Ntra. Sra. De la Soledad acometió obras de restauración. Colaborando la Escuela Taller en el picado de paredes para dejar la piedra vista, la Parroquia colaboró en la pintura posterior, y la cofradía se encargó de la restauración en sí, tejados, techumbres, arreglo de campanas. etc.[8]

Con ayuda de muchas personas, a iniciativa de la Hermandad de la Soledad, se recaudó fondos vendiendo los carteles anunciadores de la Semana Santa de 1997, en la que se reflejaba a la Cofradía subiendo por la Cuesta de la Merced, Exaltaciones de Saetas y Versos, etc.…

Durante el año 2000, el pintor local Manuel García Villa cañas, hizo una gran pintura mural. En una de las paredes situada junto al altar mayor, el pintor ubetense representó al Santo que da nombre al templo de San Millán. La figura aparece en el interior de una cueva, donde se simboliza toda la vida y obra del santo ermitaño[9].

El diez de Noviembre de 2004, comenzaba una nueva intervención en el templo; que duró hasta el día 20 de Enero de 2005. En la misma, se le ha colocado una nueva solería a la iglesia gracias a la intervención de la concejalía de Turismo del Excelentísimo Ayuntamiento con una inversión económica procedente de los fondos PATY, que aporta la Junta de Andalucía. Posteriormente la Cofradía, ha soterrado el cableado eléctrico, ha puesto en valor dos nuevas capillas, ha pintado todo el interior del templo.[10] Y además se han colocado nuevas lámparas de forja; donadas a la Cofradía de la Soledad.

En Agosto de 2005, se restauró la capilla de San Lucía, otra vez a cargo de la Cofradía de la Soledad, con la participación de diversos hermanos cofrades de la misma.
En dicha intervención, se descubrió una capilla cerrada por tabiquería (capilla del baptisterio) para la imagen de Santa Lucía;…

A finales del año 2005, en la nueva Capilla del Sagrado Corazón, se instala una imagen del niño Jesús de Praga. La Cofradía de la Soledad; instala una bella vidriera en la Capilla de Santa Lucía con el escudo de la Hermandad. Como última intervención; la iluminación artística del exterior de la iglesia; realizada por la Concejalía de Turismo, realizada en Agosto de 2006. Hace unos días, mientras escribo estas líneas, parte de la tabiquería de la cubierta del presbiterio, se desprende, siendo inmediatamente reparada por hermanos cofrades de la Soledad…

[1] Nos cuenta Alfredo Cazaban en su Historia de Úbeda, pág 207.

[2] Historia de Úbeda en sus Documentos. Tomo Parroquias.

[3] Lado de El Evangelio.

[4] Curioso poema del investigador Juan Ramón Martínez Elvira, acerca de la Torre de San Millán:

La torre de San Millán
llora de pena
cuando se va la Virgen
hacia la cuesta.
Y a sus campanas,
les ordena que toquen
a genérala.
. -No te me vallas,
que si te vas, entonces,
¿quién te acompaña?

La torre de San Millán
tiembla de espanto
cuando el Stabat Mater
vienen tocando.
Y a su veleta,
con el arco del viento
muda en saeta


La torre de San Millán
Al costalero,
le regala los aires
que hay en su alero.
Por eso corre:
porque tiene pulmones
de piedra y bronce.



[5] Historia de Úbeda en sus Documentos… pág 123; tomo VI.

[6] Ruiz Prieto, Historia de Úbeda; pág. 83 Historia Eclesiástica.

[7] Antigua capilla del baptisterio, cuya pila bautismal de mármol del siglo XVI, con heráldica del prelado que la costeó, el obispo Francisco de Mendoza.

[8] La iglesia estaba en muy mal estado; había partes de la cubierta que estaba sobre cañizo apenas inexistente, paredes con humedades, desconchones y grietas…

[9] San Millán o Emiliano (en muchos textos figura como Aemilianus), (Vergegio, actual Berceo, La Rioja – , † 574) fue un ermitaño, discípulo de san Felices de Bilibio.

Hijo de un pastor, Millán ejerció ese oficio hasta la edad de veinte años. Desde finales del siglo IV se dio con cierta frecuencia entre los cristianos de Occidente la conversión ascética. Millán fue uno de estos que eligió ser un eremita ascético en un lugar retirado. El sitio escogido fue en medio de una exuberante vegetación, en la vertiente oriental de la sierra de la Demanda, que separa la meseta del valle del Ebro. En la roca del monte excavó su propia celda y allí vivió como asceta hasta su muerte.

La iniciación como ermitaño la comenzó con otro eremita llamado Félix, del que se dice fue "varón santísimo". En aquel rincón escondido levantó altares y vivió 40 años en soledad, hasta que se le unieron otros ermitaños, entre ellos una mujer llamada Potamia. Excavaron nuevas cuevas, colocadas en dos pisos que estaban unidos por un pozo, donde habitaba Millán. Allí murió y allí fue enterrado hasta el año 1053 en que lo bajaron al monasterio de Yuso.

Con la llegada de los árabes no cambió nada en aquel lugar y sus alrededores. Las tierras de las cuencas del Ebro y del Duero eran tierras de nadie, habitadas únicamente por ermitaños como Millán.

La vida de san Millán la contó, en latín y por primera vez, San Braulio, obispo de Zaragoza, en el siglo VII en una famosa Vita Aemiliani. Más tarde, en el siglo XIII, la contó Gonzalo de Berceo en versos alejandrinos. En el siglo X, en tiempos de García Sánchez I de Navarra y el conde Fernán González de Castilla, se multiplicaron los milagros de san Millán junto a su tumba y el cenobio pasó a ser lugar sagrado.

Los cristianos, en sus luchas contra los musulmanes, eligieron a san Millán como patrono y así, el mencionado Berceo en su Vida de San Millán nos cuenta la promesa de los votos legendarios, de una parte Ramiro II de León a Santiago y de la otra, Fernán González a san Millán. Luego nos refiere la maravillosa aparición de ambos patronos en la batalla de Hacinas en la que elogia la intervención a favor de los vasallos con estos versos:
non quisieron embalde la soldada levar
primero la quisieron merecer e sudar,
tales sennores son de servir e onrar

Pese a la "imposición" del patronazgo de Santiago tras la unificación de Castilla y León, los castellanos continuaron reclamando a san Millán como patrono y así en tiempos de Enrique II de Castilla en 1373, la Universidad de Ciudad y Tierra de Ávila llegó a negarse a pagar el voto a Santiago y sus procuradores llevaron el asunto a las cortes.

En el siglo XVII, al desarrollarse un amplio debate sobre patronos, san Millán volverá a ser reclamado como patrón de Castilla y por lo mismo copatrón de España junto a Santiago, patronazgo que se mantuvo en los misales hasta la reforma litúrgica del concilio Vaticano II.
En la portada del Monasterio de San Millán de Yuso y en el altar mayor, lo mismo que en la iglesia de san Millán y san Cayetano de Madrid aparece representado san Millán luchando contra los moros, al igual que el apóstol Santiago.

[10] Capillas del Sagrado Corazón y Virgen del Carmen.

25 mar 2009

UNA EVAPORADA REJA DE MADERA DEL SIGLO XVII EN SANTA MARÍA

Desaparecida reja, en Marzo de 2.002

Como todos sabemos Santa María de los Reales Alcázares es la iglesia principal de Úbeda y la de más antigua fundación. Construida sobre la mezquita aljama de la ciudad hispanomusulmana, fue titulada desde 1259 Iglesia Mayor Colegial. Su tipología es el resultado de la suma de cuerpos y volúmenes incorporados a lo largo de un prolongado proceso de construcción que abarca desde el siglo XIV al XIX. El aspecto del exterior está condicionado por el hecho de que hasta el siglo XVII

Éste estuvo configurado por la muralla del alcázar, al cual se adosaba el templo. A partir de este momento, sobre el lienzo defensivo, se construye la fachada principal a modo de gran pantalla arquitectónica y se incorporan las dos portadas conforme a modelos netamente renacentistas. El acceso se realiza a través de un claustro gótico de finales del siglo XV, que ocupa el espacio en el que se localizaba el patio de abluciones de la mezquita. En la organización del interior, de planta cuadrada, con cinco naves y cinco tramos de igual longitud, se trasluce la disposición de las naves del iwan de la antigua mezquita.


Las capillas, construidas a finales del siglo XV y principios del XVI, conservan excelentes ejemplos de rejería renacentista del XVI y XVII. Lo más destacable son las rejas de las capillas de la Yedra y los Becerra.

A lo largo de los últimos cincuenta años, la iglesia ha perdido dos bellos ejemplos de rejería.

La primera reja perdida fue la que cerraba el antiguo coro. De su estado y composición antes del desmantelamiento, nos habla Molina Hipólito: “Esta reja sin puerta y mutilados algunos de su elementos decorativos se levanta sobre dos sencillas banquetas. Los cuatro paños laterales, de barrotes retorcidos, separados por frisos decorados con delfines y terminados en dos cabezas de guerreros. El paño central lleva como tema principal, dos escudas en círculo con dos ángeles tenantes, del obispo D. Francisco Mendoza, que rigió la diócesis de Jaén de 1536 a 1543 y por cuyo mandado se hizo la reja en la primera fecha mencionada. El friso superior está decorado con aves estilizadas, y la coronación con tema de zarcillos y flores. Todos los elementos descritos se conservan modificados en su disposición. Para completar la descripción, basta decir que la coronación se articulaba con balaustres y eses simétricas adosadas a éstos en riguroso verticalismo, salvo en la parte central en la que aparecía una cruz; que los motivos repujados de los frisos iban dorados y que abundaban las rosetas”. Situada en la nave central, fue desmantelada en la década de los sesenta por mandato del párroco de aquel entonces de la iglesia Diego García Hidalgo; para cerrar diversas capillas de la iglesia,… En cuanto a la autoría, hay general acuerdo en que se debe al maestro Bartolomé.

La otra reja desaparecida, es la que cerraba la antigua capilla Bautismal; la primera de la nave izquierda (o del Evangelio),… En el año 2003, desaparece de este lugar, para su posterior restauración. Lo cierto es que cinco años después, la reja de madera se encuentra en muy malas condiciones, en la capilla de Jesús, a la espera de su restauración,… Dar tiempo al tiempo, que una vez que concluyan las imperecederas obras de rehabilitación de la iglesia de Santa María, vuelva a su origen la reja, ya restaurada.

Por el historiador, Antonio Almagro, sabemos que esta reja madera, “…fechada en 1600, de tres calles y dos cuerpos. En el bajo, las calles, compuestas de balaustres, se separan con pilastras coronadas de ménsulas muy sobresalientes, que articulan el friso de separación con el segundo cuerpo, en el que las calles laterales son dos grandes aletones, y la central, de balaustres, se corona con un frontón triangular partido de cuyo tímpano surge un pináculo piramidal. En toda predomina una labor decorativa geométrica de carácter abstraizante cercano al manierismo arquitectónico de obras tan cercanas como la puerta de la Consolada…”.

24 mar 2009

LA RESTAURADA IMAGEN DE SAN MIGUEL ARCANGEL, DE LA CASA DEL CONCEJO


Juan Ángel López Barrionuevo, ante la imagen del santo, recién restaurada, en el taller de Pepe Muros, días antes de ser presentada al pueblo de Úbeda.





En 1512 la Reina Juana “La Loca” manda que se construya una Audiencia en Úbeda según traza de Diego de Siloé. En 1604 el Concejo de la ciudad decide remodelar la sede del Consistorio, que durante todo el siglo XVI había estado ubicado en este lugar, pero en un edificio de características más modestas.

La nueva construcción se organizó siguiendo el modelo común de los edificios civiles públicos del Renacimiento italiano, con fachada de doble galería porticada a modo de logia. La galería abierta a la Plaza del Mercado, lugar donde históricamente han transcurrido todos los acontecimientos de carácter público, cumplía la doble función de balcón para que los miembros del Concejo asistieran a las celebraciones, y de lugar de encuentro ciudadano bajo cubierto, siguiendo la disposición de toda la plaza que se encontraba porticada. La galería inferior presenta tres arcos de medio punto, muy estilizados al estar sustentados por dobles columnas sobre plinto, y se cubre con bóveda vaídas reforzadas por tirantes de hierro. La superior se desarrolla en seis arcos de menor proporción sobre columnas simples y pareadas en correspondencia con la inferior.

El edificio tuvo otra galería que daba a la Plaza de Abajo, hoy calle de María Molina, suprimida por ruina a finales del siglo XVII. Y para que quedara constancia de esta última intervención mandaron labrar en el friso del primer piso una inscripción donde se dice quienes gobernaban por entonces la ciudad: “SIENDO ALCALDE MAYOR D. JOSÉ AFÁN DE RIVERA Y MAYORDOMO D. RODRIGO DE MOLINA, CABALLERO VEINTE Y CUATROS DE ESTA CIUDAD DE ÚBEDA. AÑO 1680”. Tomará alguna vez nuestro equipo de gobierno local, la culta decisión de rotular esta transcripción, para que podamos leerla mejor.

La fachada se encuentra flanqueada por dos grandes pilastras que muestran los escudos de la ciudad con los leones afrontados; además se encuentran dos hornacinas que albergan sendas imágenes. Una tiene la imagen del santo dominico Jacinto. En 1674, cuando Juan de Yepes (San Juan de la Cruz), es proclamado copatrón de la ciudad, el Cabildo Municipal acordó hacer una imagen del mismo para colocarla en esta hornacina, pero al no haber suficientes recursos económicos, se optó en transformar la imagen de un santo por otro. El cantero, solventó el problema poniendo en la mano del bienaventurado San Jacinto, una cruz. La otra hornacina tenía la imagen del patrón, el Arcángel San Miguel. Tenía, ya que en el mes de Marzo de 2002, la pierna de la imagen no pudo aguantar más el paso de los siglos y se desmorona desde su hornacina. En Abril de 2003 siendo Alcalde de la ciudad, Marcelino Sánchez y Eduardo Jiménez, Hemano Mayor del grupo parroquial “San Miguel Arcángel” deciden y toman la culta idea de que el maestro local cantero y artesano José Muñoz “Muros”, sea el encargado de restaurar tan bella imagen. La Corporación del Ayuntamiento y el grupo parroquial “San Miguel Arcángel”, deciden además que para la Feria de San Miguel de 2003, la imagen deba de volver otra vez a su senda hornacina. En Julio de 2003, tras tomar posesión la actual corporación municipal, encabezada por Juan Pizarro; los trabajos de restauración de tan bella imagen se suspenden. En Enero de 2006 y gracias a la iniciativa de la concejal Luisa Leiva; se reanudan los trabajos de restauración; siendo otra vez el encargado de la restauración José Muñoz “Muros”. El pasado Miércoles 27 de Septiembre de 2006, la imagen ya restaurada, es presentada al pueblo de Úbeda; en el Archivo Histórico; ante la presencia del alcalde Juan Pizarro; la concejal Luisa Leiva y el entallador José Muñoz “Muros”; que con esta restauración; ha manifestado con su técnica y agudeza que la artesanía entalladora ubedí, aún perdura en nuestra ciudad, con la misma habilidad y maestría de nuestros antepasados.


Este legado implantado en Úbeda, por artistas como Esteban Jamete. Convendría ser explotado por los organismos competentes; para recuperar y mantener todo el rico patrimonio escultórico que ennoblecen las innumerables fachadas de los monumentales inmuebles que se alzan en el Casco histórico de la ciudad. Repito…


Pasemos a descubrir el significado simbólico que aporta la imagen. ¨San Miguel es primeramente... el protector del Santísimo Sacramento del altar. La segunda gran tarea del Arcángel San Miguel es ser el ayudante nato y escogido de la Madre de Jesucristo en la lucha contra el Demonio... Al colocarnos al lado de San Miguel, en él y con él, ayudamos a la querida Madre de Cristo a vencer al Demonio y a los poderes demoníacos en el mundo actual. (Palabras del Padre Kentenich a la Liga Apostólica en 1966).


La escultura que tratamos de El Arcángel posee tres atributos: la Lanza, signo de su lucha victoriosa contra Lucifer; una Diadema decorada con una cruz central, que muestra su condición de príncipe de los ejércitos y la Balanza lo identifica como el que defiende y acompaña al alma en la hora de la muerte. Bajo los pies de la imagen del santo y sujeto a la altura del cuello por el extremo puntiagudo de la lanza se sitúa la imagen de Luzbel; el ángel caído.


Según opinión del restaurador de la imagen; la factura de la citada escultura es de un siglo anterior a la construcción de la galería alta de las Antiguas Casas del Concejo, es decir, del siglo XVI; es de sospechar que al no haber suficientes recursos económicos, el Cabildo Municipal se inclinó en escoger la imagen de otro lugar de la ciudad. O que fuera donada por alguna Congregación Religiosa al Concejo Municipal.


Por último, es de mucho suponer, que la imagen fuera realizada por prestigiosos escultores renacentistas; como Esteban Jamete o Lorenzo Brogio, entre otros…

IGLESIA DE LA SANTISIMA TRINIDAD; UN BELLO EJEMPLAR BARROCO EN UN ESPACIO URBANO RENACENTISTA, (ANTES Y DESPUÉS)

Aspecto Actual, de la Cúpula Mayor de la Iglesia. (Foto de Juan Carlos Guijarro; http://www.flickr.com/photos/guijarro85/3357866847/in/pool-ubeda)



Aspecto de la Cúpula, antes de noviembre de 2.005, antes de la restauración.

CURIOSIDADES DEL RINCÓN MÁS BELLO DE ÚBEDA (LA FACHADA DE EL SALVADOR).



La monumental fachada del plateresco edificio, bajo título de la capilla funeraria de El Salvador del Mundo, cierra por el Este una de las plazas que, con mayor razón se puede llamar monumentales: la de Vázquez de Molina. Plaza declarada Patrimonio de la Humanidad, hace ya casi seis años junto a Baeza. Es de planta irregular y desproporcionada, cuya inmensidad resta, en gran parte, grandeza a los monumentos que la rodean. Así esta imponente fachada del panteón funerario de la familia Cobos, situada en el extremo menor, pierde proporción y necesitamos una escala humana para apreciar su monumentalidad. En sentido vertical se divide en tres cuerpos separados por dos contrafuertes adecuados a los muros de la Iglesia.

Obra capital del renacimiento español en su fase de transición desde el plateresco, este templo, es fundación del mecenas Francisco de los Cobos, secretario del emperador Carlos I y Adelantado de Cazorla, es diseñada por Diego de Siloé, con la apasionada y decisiva intervención del francés Esteban Jamete, constituye una tesis doctoral de Andrés de Vandelvira. En frase de Chueca Goittia añade: “… El Salvador no es Vandelvira, pero en el Salvador está Vandelvira y de allí ha de salir…”.

El cuerpo bajo de la portada se ejecutó, deliberadamente, con arreglo al canon marcado por la puerta del Perdón de Granada. Columnas que se alzan sobre pilastras. Columnas pareadas de orden corintio complejo, adornadas de guinarldos y frutas. Arco de medio punto; en su intradós están esculpidos los dioses del Olimpo (Netupno, Atenea, Eolo, Diana, Mercurio…). En la clave Cupido. En las enjutas dos figuras femeninas sujetando una cartela con la inscripción de la Fe y la Justicia.

En las retropilastras, cuajadas de decoración escultórico, aparece en medallones de altorrelieve las figuras de Cesar, Carlos V, Santa Helena, Cobos… entre los capiteles podemos ver temas alusivos al abrazo de San Joaquín y Santa Ana ante la puerta Dorada y el nacimiento de María de Nazaret.

Destaca el entablamento con escenas bíblicas de la caída del Maná y de la adoración de la serpiente de bronce. En el centro escenas clásicas de Ovidio.

En el segundo cuerpo destaca el recuadro moldurado, que representa la Transfiguración de Cristo. Entre los intercolumnios, las imágenes de San Pedro y San Andrés. En el tercer cuerpo una ventana ser liana, en alusión a la Santísima Trinidad, rematándose el monumental conjunto con un frontón triangular liso.

La fachada es flanqueada en los extremos por dos torres circulares, con decoración de brucaneos, cabe destacar, dos sarcófagos sobre los que se levantan dos guerreros vestidos de centurión romano y dos mandonas sosteniendo las armas heráldicas de Francisco de los Cobos y su esposa María de Mendoza., destacable son también dos medio relieves que escenifican las luchas entre Hércules y Gerión

Hay curiosas opiniones, de esta admirable obra de arte, a lo largo de los años, así, los viajeros Pi y Margall, se expresaron hace más de dos centurias sobre esta fachada:”… arte que únicamente habla a los sentidos…” “…es la iglesia más pagana y sensual del Renacimiento andaluz”, y el catedrático y profesor Joaquín Montes Bardo”…cabe señalar la complejidad de este monumento funerario, el cuál se mezclan, el pensamiento de Erasmo o el discurrir de la liturgia católica…”

23 mar 2009

IGLESIA DE LA SANTISIMA TRINIDAD; UN BELLO EJEMPLAR BARROCO EN UN ESPACIO URBANO RENACENTISTA.

(fotografia gentileza de Manuel Garcia Villacañas, http://www.flickr.com/photos/27240947@N04/3357593429/)

La sobria austeridad geométrica impuesta por Juan de Herrera en el monasterio de El Escorial se mantuvo en la arquitectura barroca española de la primera mitad del siglo XVII. Los ideales contrarreformitas y el espíritu de la casa de Austria facilitaron la pervivencia de este modelo arquitectónico, tal como se aprecia, por ejemplo, en las construcciones de Juan Gómez de Mora. El gusto por formas cada vez más ricas lleva, a partir de mediados de siglo, a eliminar los vestigios herrerianos, enriqueciendo la decoración con múltiples elementos naturalistas localizados en los vanos de las fachadas.

La iglesia de
Santa María la Real de Montserrat, de Sebastián Herrera Barnuevo, y la fachada de la catedral de Granada, de Alonso Cano, son buenas muestras de ello.

Ya en el siglo XVIII la riqueza y fantasía decorativas alcanzan su apogeo con las construcciones de la familia Churriguera, especialmente en Madrid y Salamanca, así como también en la obra de arquitectos como el madrileño Pedro de Ribera y el gallego Fernando Casas Novoa, autor de la fachada del Obradoiro de la catedral de Santiago de Compostela.

Iglesia De La Santísima Trinidad[1]; Un Bello Ejemplar Barroco En Un Espacio Urbano Renacentista

Dicho edificio se alza majestuoso en uno de los extremos de la plaza de Andalucía Situada en la calle Corredera de San Fernando y Trinidad con una superficie de parcela: 2.475 m2. Su cronología data del s. XVIII en estilo barroco.

Todo el conjunto responde a reedificaciones de la primitiva fundación conventual del siglo XIII que sufre varios hundimientos a partir del siglo XV. La iglesia es uno de los escasos ejemplos de arquitectura barroca en Úbeda, cuya singularidad estriba en la utilización de un planteamiento formal y decorativo novedoso, incluso a nivel provincial, en unos momentos en que los modelos renacentistas continúan estando muy presentes en la arquitectura de la ciudad.

En el interior, de planta rectangular de tres naves, destaca la profusión de estucos y yeserías decorando la nave central y la cúpula del crucero. Al exterior, la ornamentación se concentra en ambas portadas, organizadas a base de grandes molduras y líneas quebradas de gran relieve.

A los pies del templo aparece una tribuna, en donde destaca la aparición de la estrella de David combinada con la cruz de los Trinitarios.

Junto a la iglesia se encuentra el convento que fue de los Padres Redentores Calzados y del cual se conservan dos claustros. El mayor, levantado a fines del siglo XVI, repite la estructura de patio palaciego renacentista de doble galería porticada. El segundo claustro conserva dos laterales, uno del siglo XVI y otro levantado a comienzos del XIX.

En 1967 se demuele un tercer claustro del convento, para la construcción de la Oficina de Correos y Telégrafos. En buen estado de conservación generalizado. De 1981 a 1984 se realizan reparaciones en las cubiertas y bóvedas. Cerrada el pasado mes de noviembre de 2005, al culto, por motivo de obras de mejora y restauración que se han desarrollado en el interior, el próximo Viernes 27, abre sus puertas
[2].

Bello ejemplo de arquitectura barroca ubetense es la puerta que comunica la Iglesia trinitaria con el claustro mayor, ubicada en el lado del Evangelio, se halla bellamente decorada con motivos vegetales realizada en yeso, molduras irregulares y columnas salomónicas.

De los muchos conventos que se fundaron y edificaron en la ciudad tras la Reconquista hoy conservamos en perfectas condiciones cinco. El Real Monasterio de Santa Clara; el Convento de La Limpia Concepción; el de Madre de Dios de las Cadenas; Siervas de Maria y el Convento Trinitario; hoy colegio Público; cuya Iglesia es el mejor ejemplo de arte barroco, dentro de un conjunto urbano particularmente renacentista.

COMENTARIOS SOBRE UN CURIOSO CUADRO DE LA MAGDALENA PENITENTE; EN LA SACRA CAPILLA DE EL SALVADOR


Significado Simbólico; Magdalena Penitente

Mientras que el cristianismo oriental honra especialmente a María Magdalena por su cercanía a Jesús, considerándola "igual a los apóstoles", en Occidente se desarrolló, basándose en su identificación con otras mujeres de los evangelios la idea de que antes de conocer a Jesús se había dedicado a la prostitución.

Esta idea nace, en primer lugar, de la identificación de María con la pecadora (Lc 7:36-50); de quien se dice únicamente que era pecadora y que amó mucho a Jesús; en segundo lugar, de la referencia en la Biblia (Lc8:2); donde se dice, esta vez refiriéndose claramente a María Magdalena, que de ella "habían salido siete demonios". Como puede verse, nada en estos pasajes evangélicos permite concluir que María Magdalena se dedicase a la prostitución.

No se sabe con exactitud cuando comenzó a identificarse a María Magdalena con María de Betania y la muerte de ella; (Lc 7:36-50), pero ya en una homilía del papa Gregorio Magno (
[1]) se expresa indiscutiblemente la identidad de estas tres mujeres, y se muestra a María Magdalena como prostituta arrepentida. Por eso la leyenda posterior hace que pase el resto de su vida en una cueva en el desierto, haciendo penitencia y mortificando su carne, y son abundantes en el arte occidental la representación de "Magdalena penitente".

La imagen de Maria Magdalena como penitente también puede ser confundida gracias a la tradición de Maria Egipciaca, santa del s. V, quien según ''La vida de los Santos'' de Jacobo de la Vorágine, se había dedicado a la prostitución y se retiró al desierto a borrar sus culpas. Es común ver representaciones de Maria Egipciaca, con los cabellos largos que cubren su cuerpo o envuelta con carrizos símbolos de su penitencia en el desierto. Estos atributos en ocasiones acompañan a la Magdalena, creando a veces la confusión de ambas santas.

En la tradición católica, por lo tanto, María Magdalena pasó a ser un personaje secundario, a pesar de su indudable importancia en la tradición evangélica. El relegamiento que sufrió María Magdalena ha sido relacionado por algunos autores con la situación subordinada de la mujer en la Iglesia. A esta opinión se oponen algunos teólogos católicos la especial consideración que guarda la Iglesia con santa María, madre de Jesús, venerada con hiperdulía, en tanto que los apóstoles y los otros santos son venerados con dulía.

En 1969, la Iglesia Católica retiró del calendario litúrgico el apelativo de "penitente" adjudicado tradicionalmente a María Magdalena; así mismo, desde esa fecha dejaron de emplearse en la liturgia de la festividad de María Magdalena la lectura del evangelio de Lucas (Lc7:36-50) acerca de la mujer pecadora. Desde entonces, la Iglesia Católica ha dejado de considerar a Maria Magdalena una prostituta arrepentida. Sin embargo, esta visión continúa siendo la predominante para muchos católicos.

La Magdalena Penitente De La Sacra Capilla De El Salvador.
Francisco de los Cobos el príncipe del Renacimiento, escribió un lema para simplificar su vida y alumbrar el significado de su más imperecedera obra. “La fe, el trabajo y la diligencia dan éstas y mayores cosas”. Para Cobos no era extraño que la unión de estos tres conceptos condujera al hombre a su realización en vida y a la perpetuidad de su memoria.

La Sacra Capilla Funeraria de El Mundo; es la mayor obra religiosa privada del siglo XVI. La concepción del edificio, de gran complejidad programática, se efectúa desde los más puros planteamientos del Humanismo del siglo XVI, y como una continua referencia simbólica a la muerte, al pensamiento del momento y a la autoafirmación del promotor. La capilla se organiza mediante la yuxtaposición de una nave basilical, con capillas en nicho, y de una cabecera de planta circular cubierta por cúpula, según el modelo de panteón funerario clásico. La portada principal, réplica de la del Perdón de la Catedral de Granada, se estructura a modo de arco de triunfo con una decoración escultórica que funciona en correspondencia con la del retablo (Alonso de Berruguete), ambas presididas por la Transfiguración de Cristo. El programa iconográfico desarrollado en las esculturas de las portadas y sacristía (Esteban Jamete) toma como base intelectual el Humanismo erasmista y el neoplatonismo, utilizando alegorías de la Biblia, el mito clásico y el tiempo histórico del patrono de la obra, para exaltar la gloria del Salvador del Mundo, de la cristiandad y del propio Francisco de los Cobos.

Sobre este edificio nos dice Pasquau:”…Una inspiración de ostentoso decadentismo, espejearte ritmos rotos, caudalosos y suntuarios, ensaya El Salvador una caligrafía preciosista cuyos rasgos paganizan, no dañan su maravilloso entronque clásico y cristiano. Las limpias cariátides de tipología helénica de la sacristía, de una parte; el Cristo Transfigurado de Berruguete,…”; “…fijan normas, en la redundante y azorada configuración del templo conmovido de audacia en su arquitectura y en su exorno…”


Acerca de la Magdalena penitente, sabemos por Arsenio Moreno Mendoza lo siguiente
[2]: “…perteneciente a los fondos de la Sacra Capilla –aunque no figure relacionada en los iniciales inventarios- es la Magdalena penitente, conservada en la actualidad en el toledano Hospital de Tavera, atribuida tras su reciente restauración en el Metropolitano Museo de Nueva York al pintor sienes Sodoma, Givanni Bazzi (1477-1549)…”

Por Ruiz Prieto
[3], sabemos que esta pintura hasta los trágicos sucesos de 1936; se veneraba en la antigua capilla de El Sagrario, frontera al acceso de la monumental sacristía de la ubetense Capilla del Salvador: “…en el lado de la Epístola hay una Capilla, sobre la que se levanta la torre de la iglesia. Tiene sobre la mesa altar un retablo que gira sobre ella, en el que hay un cuadro de Santa María Magdalena de mucho mérito, pintado por Ticiano; y por el otro frente tiene una urna sostenida por cuatro ángeles, que sirve para depósito del Santísimo, el Jueves y el Viernes Santo…”




En las fotos que acompañan al texto, gentileza de José Luis Latorre Bonachera; podemos contemplar la suntuosa bóveda de esta capilla en la actualidad cuyos frescos y pinturas murales han sido consolidadas recientemente por el Ministerio de Cultura y un bello detalle del Cuadro de la Magdalena penitente en su primitiva ubicación, antes de 1930 en la Capilla del Sagrario de la ubetense iglesia de El Salvador. Tabla que según Arsenio Moreno “…presenta en su ángulo inferior izquierdo, sobre la moldura, la siguiente inscripción “ALVARI DE MEª ABULENSIS”, por lo que, con absoluta certeza, debió de tratarse de un regalo a Doña María de Mendoza de su hermano, don Álvaro de Mendoza, obispo de Ávila...”

Acerca del mismo, Ramón Martos López
[4]; nos apunta: “… Esta pintado en un tablero de 130 x 100 cm. (aproximados). Personifica a la Santa en los comienzos de su purificación (aún no marchita sus gracias) una seductora mujer trigueña, de amables contornos y carnes doradas, vestida con rústica piel de cordero tostada por el sol. La arrepentida pecadora que hace penitencia en un paraje solitario del bosque, en el que arrodillada reza fervorosa junta las manos en actitud de adoración ante un crucifijo entronizado en una peña, interrumpe sus preces y vuelve la cara atraída por el aleteo de un ángel, mensajero del cielo que desciende hacia ella portando un pez y un cáliz (alimento y bebida) como símbolo de que el Eterno le es grata su rediviva pureza…”.

[1] Muerto en 591
[2] Francisco de los Cobos y su época;
Francisco de los Cobos, Mecenas de las Artes… Arsenio Moreno Mendoza. Pág. 34.

[3] Historia de Úbeda. Miguel Ruiz Prieto. 3ª Edición; Historia Eclesiástica. Pp. 158-159.
[4] Monumentos de Úbeda. La Iglesia de el Salvador. Ramón Martos López.
Aspecto actual del cuadro