3 jul 2010

La Recuperación De Las Ruinas De San Juan Bautista, De Baeza

Portada de Las Ruinas de San Juan Bautista, en la Iglesia de Santa Cruz de Baeza.



Los capiteles presentan caras humanas ovoides en las esquinas. Rostros humanos que dejan ver entre sus toscos dientes una larga lengua, con una talla pobre y escaso sentido de la proporción y composición. En el centro de cada uno de los lados del capitel aparecen palmetas o, en sólo uno de ellos, una figura humana. Tiene forma de niño cabezón y parece extender sus brazos sobre una cruz inexistente . Una gran cabeza ovalada con los órganos sensoriales marcados de una forma muy rudimentaria, mientras el cuerpo no lleva ninguna talla. Y los brazos quedan muy pequeños en relación con el cuerpo.




La Recuperación De Las Ruinas De San Juan Bautista, De Baeza.













Hoy 3 de Julio de 2010, es un día grande para las dos ciudades de Úbeda y Baeza.

Este sábado es el séptimo aniversario de la distinción de la Unesco como Patrimonio de la Humanidad y, a tal efecto, ambas han organizado un intenso programa de actividades para festejarlo.

En Baeza, entre muchos de los actos que se han organizado, cabe destacar la inauguración de la puesta en valor, tras su restauración de las Ruinas de San Juan Bautista.

"Para el mismo día 3 de julio hemos hecho coincidir la inauguración de uno de nuestros 'símbolos', como es la Iglesia San Juan Bautista, por su exclusividad como edificio tardo románico más al sur junto con la Iglesia de Santa Cruz, también en Baeza", explicó Marín. Este edificio se vuelve a poner a disposición de la ciudadanía, entre cuyos usos estará a partir de ahora el de espacio cultural o auditorio.
Algunos restos quedan del templo tardorrománico que llegó a ser en su día una de las parroquias más importantes de la ciudad intramuros, como muestran sus naves y ábsides.
Estuvo funcionando hasta 1843, a partir de la fecha sirvió de almacén, de cuadra… los restos de portada fueron trasladados a la Iglesia de Santa Cruz.
El abandono y el expolio la llevaron a su casi desaparición, hasta que la restauración en 2007 ha devuelto al edificio, en la medida de las posibilidades de los restos conservados, al concepto de espacio original de planta basilical con tres naves y tres ábsides.
Los primeros trabajos de recuperación del antiguo templo los llevo a cabo la escuela taller de Baeza, que entonces se centró en la reconstrucción del ábside.

Columnas recolocadas

Con esta rehabilitación, que se ha realizado, se han recolocado las columnas que sostenían la cubierta de la nave, el altar mayor, donde se ha colocado un escenario, así como la rejería. También se ha reconstruido la puerta lateral que da a la calle San Juan Bautista y que actualmente es la puerta principal de la iglesia, ya que la puerta original fue trasladada a la también románica iglesia de Santa Cruz en el siglo pasado.

Además que se coloquen paneles informativos en los que se detallaran los trabajos realizados y la singular presencia del Románico en Baeza que, mas allá de Aragón, penetró en nuestra tierra con tres bellos ejemplos como son Santa Cruz y San Pedro junto a la propia San Juan Bautista.

Por ultimo cabe señalar que los trabajos han cotado con un presupuesto de 380.000 euros de los cuales el 75% los aporta el Ministerio de Fomento y el 25% restante el propio Ayuntamiento de Baeza.


San Juan Bautista según Carmen Baena Yerón
En el extremo suroeste de la ciudad medieval, muy próxima a la Catedral y en la calle de su mismo nombre, hallamos los restos de San Juan Bautista. Afortunadamente la Escuela Taller de Baeza los está consolidando

Tradicionalmente se la considera la capilla del Palacio Episcopal, del que no queda absolutamente nada, y que se levantaba contiguo a este templo. Sobre el palacio se construyó un cuartel y en la actualidad es un convento.

San Juan Bautista tuvo culto hasta 1843. A partir de entonces el abandono y el expolio lo han reducido a las ruinas que hoy contemplamos. Hasta 1914 se conservaban sus dos puertas; la del muro norte fue trasladada, a mediados del S XX, a la vecina iglesia de Santa Cruz; la situada en el muro sur ha desaparecido. Sus seis columnas, aunque no íntegras, se trasladaron al salón de actos del Palacio de Jabalquinto. " In situ", queda parte de los muros sur y oeste, parte del ábside central, y la basa de una de las columnas. El subdirector de la Escuela Taller D. Luis Tajuelo, amablemente me informó que en las obras emprendidas, las columnas volverán a su lugar de origen. Desde el exterior se advierten las obras que se están llevando a cabo en el muro sur y en el ábside
En 1401 aparece citado este templo, junto con otros, en un privilegio que contiene los beneficios que se anexionaron a la recién creada colegial, hasta entonces parroquia de Santa María del Alcázar, por el obispo de Jaén.

En 1884 Cózar Martínez dice : "Templo levantado sobre una mezquita , se cerró al culto en 1843, convirtiéndose primero en cuadra para caballos y después en depósito de materiales de construcciones del cuartel que construye el estado sobre el antiguo palacio de los obispos, cedido por Fernando III a D. Pascual en 1251 junto con las pesquerías del Guadalquivir y el castillo de Begijar"

Pi y Margall en 1850 : "A través de la de San Juan sólo se tienden a los pies del observador tres naves separadas por altas columnas en que descansan sencillas ojivas ... Sus fachadas, de San Juan y El Salvador llevan apoyadas en ligeras columnas las planas cimbras concéntricas del arte bizantino"
En 1920, Jiménez de Cisneros Hervás : "San Juan de la que aún subsisten gran parte de sus muros, los tres ábsides y las dos puertas casi intactas, la de la calle, adornada con las clásicas columnas y arco abocinado , está muy deteriorada y la que da a los patios de arco apuntado y muy bien conservada ; dentro de los muros quedan en pie algunos pilares y la parece inferior de una columna ; lo demás cubierto con los escombros de las bóvedas y de parte de los muros , es punto más que un muladar...templo...de tipo románico de la última época, tiene la planta de basílica de tres naves y tres ábsides..."

Con estos datos y los observados en las ruinas Lázaro Gila Medina hace la siguiente interpretación:

Iglesia de planta basilical de tres naves y tres ábsides escalonados; las naves separadas por tres pares de columnas que nos darían cuatro tramos ; dos accesos laterales, en los lados mayores que forman el rectángulo de la basílica y con dos nichos horadados en el muro lateral norte, posteriormente cegados. Los ábsides y los tramos que los preceden cubiertos con cantería, los primeros con bóvedas de cuarto de esfera y los segundos con simples bóvedas de crucería, mientras las naves lo harían con techumbres de madera. La nave central , más ancha y alta que las laterales , a doble vertiente -tal vez una armadura de par y nudillo - y las laterales más bajas, con su inclinación correspondiente. Al exterior, como la de Santa Cruz, carece de contrafuertes, ya que las techumbres lígneas, presentan pocos problemas de presiones o cargas laterales

Es imposible localizar las ventanas de las naves ,aunque se supone que serían cuatro como en Santa Cruz. En la cabecera hay restos de ventanas, vanos de medio punto abocinados. En la actualidad consolidados.

La basa que se conserva ha permitido fijar las medidas de las naves. Estas basas están formadas por un alto plinto, casi cuadrado, con esquinas labradas en forma de hoja y vueltas sobre sí misma y un pequeño toro. El fuste de las columnas lo componen tambores lisos y homogéneos.

Los capiteles presentan caras humanas ovoides en las esquinas. Rostros humanos que dejan ver entre sus toscos dientes una larga lengua, con una talla pobre y escaso sentido de la proporción y composición. En el centro de cada uno de los lados del capitel aparecen palmetas o, en sólo uno de ellos, una figura humana. Tiene forma de niño cabezón y parece extender sus brazos sobre una cruz inexistente . Una gran cabeza ovalada con los órganos sensoriales marcados de una forma muy rudimentaria, mientras el cuerpo no lleva ninguna talla. Y los brazos quedan muy pequeños en relación con el cuerpo.

Los ábacos se reducen a una pequeña moldura. De aquí arrancarían los arcos formeros apuntados y sobre ellos el muro de sostén de la cubierta de madera.

El paso del primer tramo a su ábside correspondiente se haría mediante un vano abierto en el muro, sin ninguna molduración. El ábside central está más elevado que los laterales, por lo que se accedería a través de unas escaleras laterales de las que quedan vestigios. Los tres se cubrirían con cuartos de esfera y al exterior presentarían alero sustentado por canecillos muy parecidos a los de Santa Cruz.

Sin duda debió de ser la iglesia de más categoría, dato que se deduce de la situación inmediata a la catedral y por ser considerada tradicionalmente, como ya se ha dicho, capilla del Palacio Episcopal.

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